𝗦𝗮𝗹𝘃𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗔𝗹𝗹𝗲𝗻𝗱𝗲 y 𝗹𝗮 𝗚𝘂𝗲𝗿𝗿𝗮 𝗙𝗿í𝗮 Latino𝗮𝗺𝗲𝗿𝗶𝗰𝗮𝗻𝗮. Apuntes para una Historia Global
Brasil, Chile y Cuba…
Columna Calibán
Gustavo Baltazar López
Detrás del golpe de Estado a Salvador Allende (1973) estuvo involucrada la inteligencia de la Dictadura de la Junta Militar de Brasil. Los militares gobernaban aquella nación sudamericana desde 1964. El gobierno chileno abiertamente marxista era respaldado por Cuba y Fidel Castro.
Tanya Harmer, autora de 𝘈𝘭𝘭𝘦𝘯𝘥𝘦, 𝘢 𝘙𝘦𝘷𝘰𝘭𝘶𝘵𝘪𝘰𝘯𝘢𝘺 𝘓𝘭𝘪𝘧𝘦 𝘪𝘯 𝘊𝘰𝘭𝘥 𝘞𝘢𝘳 𝘓𝘢𝘵𝘪𝘯 𝘈𝘮𝘦𝘳𝘪𝘤𝘢, dice que el golpe de Estado concluyó con los largos años 60. Dice que esta década había sido “una era de posibilidades que comenzó a fines de los cincuenta y llegó hasta 1973”.
La historiadora británica también mostró cómo Estados Unidos intervino indirectamente a través de Brasil para llevar a cabo su agenda contrarrevolucionaria en América Latina.
Décadas antes Ruy Mauro Marini había mencionado que cuando el golpe militar en Chile se estaba realizando varios periodistas documentaron la presencia de soldados brasileños, quienes estaban coordinando acciones y asesorando a militares chilenos.
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El golpe de Estado en la Historia Global
Con el golpe de Estado a Salvador Allende se abrió un nuevo frente de la Guerra Fría en América Latina. Este tipo de dinámica (la historia con interacción, intercambios, entrelazamientos y redes) puede entenderse desde el enfoque teórico y metodológico de la Historia Global.
Sebastián Conrard dice que, aunque este tipo de Historia toca temas ya tratados hace mucho tiempo (como la migración y el comercio), la Historia Global es un enfoque revisionista que se propone ir más allá de la unidad del Estado y la nación como el contenedor de una sociedad. Dice Conrad que este tipo de Historia
“Trata ante todo de la movilidad y el intercambio, con procesos que trascienden las fronteras. Adopta como punto de partida el mundo interconectado, y centra la atención en temas como la circulación y el intercambio de cosas, personas, ideas e instituciones”.
Era 1970 y en Chile la gente celebraba el triunfo del socialismo en las urnas y de la llegada del gobierno abiertamente marxista. En esos años también el mandatario de Cuba, Fidel Castro, se comprometía a proteger la vida del presidente chileno y a apoyarlo “en todas sus metas revolucionarias”.
Saldo en la memoria
… Sin embargo, como ya sabemos, el golpe de Estado fue dado el 11 de septiembre. En agosto de 1973, el almirante chileno en retiro, Roberto Kelly, llegó a Brasilia en una misión secreta para informar a los brasileños que un grupo de conspiradores en Chile estaba listo para derrocar al gobierno de Allende.
Lo que siguió después ahora es Historia: Brasil y Estados Unidos brindaron apoyo para instaurar la dictadura de Augusto Pinochet, misma que heredó un saldo de 40 mil víctimas, más de 3 mil muertos y desaparecidos, y 200 mil ciudadanos chilenos exiliados.
En los años siguientes Latinoamérica vivió una sucesión de dictaduras militares en toda la región. La Historia se bañó de sangre cuando Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, junto con el gobierno militar de Augusto Pinochet llevaron a cabo la Operación Cóndor con un saldo de víctimas inconmensurable y una herida en la memoria imposible de sanar.
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