Antoine de Saint-Exupéry un hombre que vivió y murió en los cielos
Un 29 de junio, pero de 1900 nació Antoine de Saint-Exupéry, en Lyon, Francia, mejor conocido por ser el autor de El Principito, aunque su vida fue corta, dejó uno de los libros más reconocidos a nivel mundial, cabe mencionar.
Periodista y escritor, aunque parezca pleonasmo. Saint-Exupéry fue un apasionado de la aviación, desde los 21 años comenzó a volar, dio la vuelta al mundo a partir de labores militares o como piloto comercial, en sus múltiples viajes registró aventuras que plasmó en algunos de sus libros.

Después de dejar el ejercito fue parte de Aeropostale, una empresa aerotransportadora de cargas livianas, cuyo recorrido era desde Toulouse, Francia, hacia el continente americano, para 1927 realizó un vuelo inaugural en Argentina desde Bahía Blanca hacia Comodoro Rivadavia. Tras esos viajes surgió el libro Vuelo Nocturno.

En 1929 dejó Argentina y se mudó a París.
La emoción de una de sus grandes hazañas fue plasmada en El Principito, o tal vez en algún otro libro. En 1935 junto a su mecánico tuvo que aterrizar de emergencia en el Sahara, tras los fuertes vientos. Tras su aterrizaje de alta pericia, estuvo junto a su compañero, varado por cuatro días en el desierto extremo con pocas provisiones, hasta que se encontró a un hombre que andaba en camello. Para 1938 fue publicado Tierra de hombres, dedicado a Henri Guillaumet, quien vivió una experiencia similar en Los Andes.
Su obra más famosa, ha vendido más de 140 millones de copias y ha sido traducido a las lenguas más populares del mundo y algunas originarias, poco más de 250, además del sistema braille.

La lucha de Antoine de Saint-Exupéry por la libertad
En 1943 regresó a Europa para ser piloto de combate, dentro de un grupo de franceses libres que luchaban contra los nazis y fue en 1944, un 31 de julio, cuando los radares perdieron el registro de actividad del piloto, quien salió en un Lightning P38 tras el encargo de una misión de reconocimiento para la preparación del desembarco en Provenza.
Su desaparición estuvo cargada de mitos, una falla mecánica, un encuentro con un enemigo o algunas otras ideas construyeron las leyendas, pero en 2003, el buzo Luc Vanrell, pudo confirmar la identidad del avión de Antoine de Saint-Exupéry que estaba hundido en Marsella.

Vanrell supo del lugar tras seguir una historia de Juan-Claude Bianco, un pescador de la zona, quien encontró un brazalete del escritor y compartió la experiencia, aunque muchos no creyeron, fue de gran ayuda.
Para 2006 el buzo localizó a Horst Rippert, un ex piloto caza alemán quien confirmó haber derribado un Lightning P38 en Marsella, tras encontrarlo sobrevolando y dispararle una serie de proyectiles, vio caer la aeronave al mar, sin saber detalles sobre el piloto.
Una vez resuelto el misterio, el final de la obra El Principito fue más bella que la del autor, a pesar de que ambos desaparecen, en el caso del escritor francés, este no desapareció, fue abatido, por alguien que confesó ser un gran admirador, y que desde que se enteró del encuentro de su avión, estuvo lleno de culpa y deseó no haber sido él quien le disparara a alguien que le dio placer con sus letras.
El principito fue publicado un 6 de abril de 1943 en Estados Unidos, en inglés y francés por Reynal & Hitchcock, pero fue hasta 1946 cuando Éditions Gallimard, una editorial francesa, dio a conocer la obra en Europa.
