iLan Bar Lavi, un músico con herencia mexicana y hebrea que hace brillar su guitarra
Hacer una llamada telefónica en el 2022 es algo raro, más cuando hay prioridad en comunicarse de otras maneras, sin embargo, dándole relevancia a los sonidos, es como La Otra Escucha conversó con iLan Bar Lavi, un músico preocupado por transmitir sentimientos y dialogar con la música. Alguien a quien la multiculturalidad no le es necesaria porque se encuentra en un diálogo con las personas mediante la música y nada más.
iLan nació en México, su padre es de Jerusalem. Su primer encuentro con el bolero y la guitarra lo tuvo de niño, ya que a su madre, quien es mexicana, le gusta ese género. Por lo cual interpretaba para ella, al grupo Los tres ases y su distintiva canción “Historia de un amor”. Más adelante ya en su carrera profesional como músico, encontró en un viaje a Jalapa, Veracruz, a Sonex una banda mexicana de esa región catalogada como una de las mejores del folclor nacional. Tras dicho encuentro pudo explorar el son jarocho y experimentar con él así como con la banda mencionada con quienes logró unas colaboraciones hace 10 años.
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“Al inicio tocaba rock, luego jazz, luego música mexicana, entonces mi estilo se fue formando de todas las músicas que me gustaban y llegó un punto en mi carrera donde dije; necesito empezar a escribir música, hacer algo propio” comparte iLan.
«Tocaba en la bandas de amigos, y en algunos eventos pero todo se centraba en tocar música de otras personas; pero la necesidad de expresarse le despertó la duda para ver si podría hacer algo original. Por lo cual se dedicó a componer y desde las primeras canciones descubrió una identidad.«
Multiculturalidad, algo familiar
La constucción de su música es diversa, una muestra de la ruptura de fronteras por parte del arte, consecuencia de los encuentros de paz entre las regiones del mundo, iLan Bar Lavi vivió en México hasta los 10 años, edad a la que se mudó con su familia a Jerusalem. Regresó a su país de origen a los 17 años para después comenzar una costumbre de cruce continental, entre la cosmovisión hebrea y mexicana; en su trabajo se puede percibir el arraigo a ambas culturas.

Actualmente cuenta con dos discos: Unprofessional y Bliss. Su música la ha construído de forma natural, no importa si hay un éxito en ello, lo más relevante es ser sincero con él; “hay algunas canciones que les gustan mucho a la gente, alrededor de 6 o más, corean. Hay una con Sonex, otra que hice con mi esposa Shelly Tzarafi, que agradan mucho”.
“Gracias a la música he conocido a gente de culturas diferentes a la mia, y hemos hecho cosas juntos. He conocido gente de todo el mundo y con ello he podido aprender y crecer como ser humano... la música une a la gente, no importa de donde vengas la música nos une, al final a todos los humanos nos gusta la música”.
El próximo proyecto es su siguiente disco, el cual presentará video arte mediante historias cortas en cada canción. Dicho trabajo saldrá ex un par de meses a lo mucho y contará con el trabajo audiovisual de algunos amigos que se dedican justo a hacer producción audiovisual. Así también lo está produciendo en colaboración con Jerónimo González de Sonex y Shelly Tzarafi.
En cuanto a sus presentaciones, ha estado en varios escenarios, el último en el Festival de Jazz de Polanco invitado por la Embajada de Israel en México, así también ha compartido escenario con Issac Delgado, Ximena Sariñana, entre otros músicos.
“Para mí la música es sanadora, sana el cuerpo, el alma y cuando la gente escuche mi música les inspire que tengan buena energía”.