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Tamaulipas y la sociedad al revés

Columna: Calibán

Por Gustavo Baltazar


La noche del miércoles 9 de marzo fueron abandonados en calles de Matamoros, Tamaulipas, cinco hombres con vida. Todos maniatados y con un mensaje del crimen organizado.

En él, el Cártel del Golfo los acusó de ser los asesinos de dos ciudadanos estadounidenses y una mexicana, quien también murió debido a una bala… perdida.
MILENIO presume que tuvo conocimiento; de que los cinco hombres fueron abandonados en calles del centro de la localidad con un mensaje, que «condena», el secuestro y «se disculpa» con la sociedad.

“El Cártel del Golfo, grupo Escorpiones, reprueba enérgicamente los hechos del 3 de marzo […] y por eso hemos decidido entregar a los responsables directos que en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina y en contra de las reglad del CDG”, dice el mensaje, de acuerdo con El PAÍS.
La nota, como aguijón venenoso (que posiblemente ocasione efectos perjudiciales), fue dejado por una facción de aquel Cártel.

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De Tamaulipas a las manifestaciones a favor del ejército

El domingo 12 de marzo militares y sus familias marcharon hacia al Zócalo de la Ciudad de México. Su manifestación era en apoyo a los cuatro elementos del ejército que fueron presos y vinculados a proceso por matar extrajudicialmente a cinco jóvenes el 16 de febrero; pero ahora en Nuevo Laredo, también Tamaulipas (en la pasada entrega de Calibán escribí sobre el caso).

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Los manifestantes exigen un mejor trato a las Fuerzas Armadas, ya que consideran que se ha cometido una injusticia en contra de los elementos castrenses.
«En memoria de los militares que murieron en espera de una orden de disparo que nunca llegó», se leía en una pancarta de la protesta, de acuerdo con REFORMA.
En la conferencia mañanera del martes 07 de marzo, una reportera cuestionó a Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, sobre el caso de la desaparición de los ciudadanos estadounidenses. La reportera preguntó cuál era la opinión del mandatario acerca de cómo estaba tratando el caso tanto su gobierno; como el de Joe Biden y que si esto representaría un “punto de inflexión en la relación entre ambas administraciones”.

Los desvíos del presidente

Pero el presidente, autista como siempre frente al cuestionamiento puntual de algunos reporteros (otros no tanto), respondió poniendo en altavoz a Américo Villarreal, gobernador de Tamaulipas; a quien ya tenía enlazado para una llamada… este gesto, además, como simulando que el gobierno está al tanto de todo lo que acontece en el país y que responde inmediatamente.

El gobernador de la entidad informó telefónicamente: de los cuatro dos fallecieron, uno fue herido y otro sobreviviente. Nada más. Ni se disculpó, ni prometió nada. Pero López Obrador sí ofreció sus condolencias y lamentos. Eso sí, acompañado de vituperios al “conservadurismo” y a la prensa -nacional y extranjera (lo de siempre).

El propósito de esta columna es invitar a reflexionar acerca de por qué el crimen se disculpa por un asesinato y hasta entrega a los supuestos culpables, así como por qué los militares protestan porque los enjuicia el Estado. Sumado a ello, tenemos que el último titular ejecutivo de Tamaulipas, Javier García Cabeza de Vaca, está siendo buscado por lavado de dinero, defraudación fiscal y asociación delictuosa.

Todos son hechos diferentes, pero apuntan hacía el mismo rumbo: vivimos en una sociedad al revés, donde no hay punto de análisis y la realidad no soporta la categoría.

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